Barrio de Santa Cruz en Alicante: un paseo con encanto, tradición y vistas inolvidables

Barrio de Santa Cruz en Alicante: un paseo con encanto, tradición y vistas inolvidables

Hay lugares que se quedan contigo, aunque solo los hayas visitado una vez. Rincones con alma, donde cada calle tiene una historia que contar y cada balcón parece saludarte con flores. Así es el Barrio de Santa Cruz de Alicante: un pedacito de ciudad que enamora desde el primer paso.

¿Y si esta tarde la dedicamos a descubrir uno de los barrios más bonitos y auténticos de toda la Comunidad Valenciana?

Un barrio con corazón

Ubicado a los pies del Castillo de Santa Bárbara, el Barrio de Santa Cruz es el alma del casco antiguo de Alicante. Pasear por aquí es como adentrarse en un cuento mediterráneo: calles empinadas y estrechas, casas encaladas decoradas con vivos colores, macetas colgantes que estallan de geranios y buganvillas, azulejos con frases entrañables y pequeños altares que siguen llenos de devoción.

Aquí todo es más pausado, más cercano. La vecina que riega las plantas te da los buenos días con una sonrisa. El señor que baja la cuesta te aconseja el mejor rincón para ver el atardecer. Y de fondo, las campanas que suenan desde la ermita de la Santa Cruz. corazón espiritual del barrio.

Historia viva entre flores

Este barrio fue en sus orígenes una zona de pescadores. Gente sencilla, trabajadora y muy unida, que supo preservar sus costumbres y su esencia. Hoy, esa autenticidad se respira en cada rincón. Y aunque el tiempo ha pasado, Santa Cruz sigue celebrando con orgullo sus tradiciones, especialmente en Semana Santa, cuando las calles se llenan de emoción durante la procesión de la Santa Cruz.

Es un lugar perfecto para perderse sin prisa, dejarse sorprender por los detalles, y sentir que formas parte de una postal viva.

Un mirador con vistas al alma de Alicante

¿Y si al final del paseo subimos hasta el Parque de La Ereta? Allí, el mirador nos regala una de las vistas más impresionantes de toda la ciudad. Desde lo alto, Alicante se muestra en todo su esplendor: el castillo, el casco antiguo, el puerto, el mar… ¡y hasta Tabarca en días despejados!

Es el lugar perfecto para una foto, una pausa o simplemente para respirar y decir: “qué maravilla de sitio”.

Tapas con sabor local para cerrar el paseo

Y como no solo de belleza vive el viajero… ¿qué tal si terminamos el plan con una buena tapa? En las plazas cercanas, como la del Carmen o la del Puente, encontrarás bares con terraza donde disfrutar de la cocina alicantina: ensaladilla, sepia, croquetas caseras o una cerveza bien fresquita al sol.

Aquí el ambiente es genuino, sin prisas ni artificios. Solo buena comida, buena compañía y esa sensación de estar en el sitio adecuado, en el momento perfecto.

¿Te vienes a descubrirlo?

El Barrio de Santa Cruz no es solo un lugar bonito. Es un rincón de Alicante que late con fuerza, que acoge con cariño y que te deja con ganas de volver. Un plan ideal para una tarde tranquila, un paseo cultural, o simplemente para reconectar con la parte más entrañable de la ciudad.

¿Preparado para enamorarte de nuevo de Alicante calle a calle?

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